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INTRODUCCIÓN: La medicación psicoestimulante, más comúnmente el catecolamin-agonista metilfenidato, es el tratamiento más efectivo para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH, ADHD). Sin embargo, los mecanismos de acción son poco conocidos. Los efectos agudos en la función cerebral pueden aclarar los efectos neurocognitivos subyacentes. Testamos los efectos del metilfenidato en comparación a placebo con resonancia magnética funcional (fMRI) en tres tareas relevantes para el trastorno en adolescentes con ADHD naïve para la medicación. Además, realizamos una revisión sistemática y meta-análisis de los hallazgos de fMRI de los efectos agudos de los estimulantes en la función cerebral del ADHD.
MÉTODOS: El estudio de fMRI comparó 20 adolescentes con ADHD bajo placebo o metilfenidato en un ensayo controlado randomizado mientras realizaban tareas de inhibición, memoria de trabajo y discriminación temporal. La meta-análisis se llevó a cabo buscando en las bases de datos PubMed, ScienceDirect, Web of Knowledge, Google Scholar y Scopus. Se extrajeron para cada estudio las coordenadas de los picos de los clústeres de efecto significativo de la medicación estimulante en comparación a placebo o no medicación.
RESULTADOS: La análisis de fMRI mostró que el metilfenidato aumentaba significativamente la activación bilateral del córtex frontal interior(IFC) / insula durante las tareas de inhibición y discriminación temporal pero no tuvo efectos en las redes de memoria de trabajo. El meta-análisis, que incluía 14 datasets de fMRI y 212 niños con ADHD, mostró que los estimulantes consistentemente aumentaban la activación del IFC / insula derechos, que permanecieron en un análisis de subgroupo de los efectos del metilfenidato sólo. Un umbral más indulgente también reveló un aumento de activación en el putamen.
CONCLUSIONES: Los psicoestimulantes consistentemente aumentan la activación del IFC / insula derechos, que son áreas claves para el control cognitivo y también la disfunción neurocognitiva más replicada en el ADHD. Estos efectos neurocognitivos pueden subyacer sus efectos clínicos positivos.